resulta ser que una se la pasa contando que su vida es una sucesión de hechos destiñendo. que todo es cíclico. que se rodean las esquinas, y se miran las mismas caras. que las sorpresas me las dieron todas de muy chica y ya casi ni las recuerdo. y la pasas mal, una vez y otra vez y otra vez. y casi casi que esta atada la pelota, y sabes que nada del todo bueno podría pasarte. que estás curada de espanto, que la vida a vos no te sonríe, que no existe el cuadro de la familia feliz que te venden las propagandas de mayonesa, ni los encuentros del tercer tipo con chicos lindos al costado de la ruta como en las propagandas de cigarrillos.
y te cagas de calor, en un subte lleno de gente hasta la manija. saludas todos los días al mismo diariero del mismo andén. caminás hasta donde se detiene el último vagón y te subís a la vida de la gente que trabaja. todos los días.
y si, de hecho nada te sorprende.
pero justo cuando la vaca estaba atada y vos te estabas justito justito acomodando para mirar desde arriba la vida de los demás sucederse, resulta que también una esta viva y que la vaca se soltó y anda corriendo por el medio del pasto.
y todo de repente, esta en jaque. por que teníamos la idea de que no. queríamos no volver a pasar por algunas cosas y yo no sabía que en mi negación existía tanto deseo.
y hay un hombre. que te pregunta de pronto por que no le contás cuando lloras. y yo ya no se como se hace. ni que se dice, y lo miro desde arriba, desde el costado, desde el otro costado y pienso y razono y busco que esto no ande. que el en algún gesto diga que yo no le importo, que todo sea como antes.
y me escondo. en risas y ascensores. pero me busca, me pregunta y me encuentra. y empiezo a sucumbir. abrazada en sus abrazos y sin espera y sin angustia, esperanzada de repente, por que parece que hay cosas nuevas por ahí. por que en algunos lugares que yo no conozco se esconden cosas nuevas. cosas raras y bonitas. y yo, no lo sabía. y no, no me las sé todas. y si, me gusta.